Hamill afirma que le invadió una gran sensación de "humildad" al conocer la oferta de dirigir este proyecto "único"
El Consejo de la FIFA aprobó en mayo la estrategia de actuación de la FIFA para el fútbol femenino de Afganistán
La FIFA mantiene su compromiso de proporcionar a las mujeres afganas un entorno seguro y el lugar que merecen en el panorama internacional
La FIFA ha encargado a la exinternacional escocesa Pauline Hamill la tarea de dirigir a la recién creada selección afgana de refugiadas. Esta iniciativa sin precedentes refleja el compromiso permanente de la FIFA de ofrecer a todas las mujeres y niñas la oportunidad de cumplir su sueño de jugar al fútbol con independencia de sus circunstancias. También representa un importante paso con vistas a proporcionar a las jugadoras afganas la plataforma internacional a la que aspiran, además de crear un entorno en el que se minimice el riesgo de sufrir daños y se priorice el bienestar.
"Estamos orgullosos de contar con Pauline Hamill para guiar a esta selección en una etapa tan trascendental. Su experiencia, empatía y dedicación representarán una importante fuente de fortaleza e inspiración para estas valientes jugadoras —afirmó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino—. Doy una calurosa bienvenida a Pauline a este puesto y les deseo lo mejor tanto a ella como al equipo. La FIFA apoya decididamente a las mujeres afganas, tanto en su país natal como en el exilio, y mantiene su compromiso de crear espacios seguros e inclusivos en los que puedan recibir la ayuda necesaria para cumplir su sueño de jugar al fútbol y darse a conocer en el panorama internacional".
"Este es un puesto único que trasciende las funciones habituales de una seleccionadora—afirmó Hamill, que cuenta con una dilatada carrera como jugadora y entrenadora, incluidas 141 internacionalidades con su país—. Todas las jugadoras tienen historias que contar sobre su trayectoria personal en el fútbol, y es formidable formar parte de una iniciativa que les hace ver que todavía pueden cumplir sus sueños y ambiciones en el deporte rey. A estas mujeres, que se vieron obligadas a abandonar su país y se convirtieron en refugiadas, se les ha presentado de repente una extraordinaria oportunidad de reunirse en este proyecto. Siento que es algo más importante y trascendental que cualquier otra cosa que haya hecho hasta ahora, y eso me entusiasma".
Hamill se convirtió en 2003 en la primera mujer que entrenaba al Rangers, al integrarse en la estructura de desarrollo juvenil del club de Glasgow. Además, ha sido seleccionadora de Escocia en categoría sub-17 y sub-19 y, más recientemente, ha dirigido a la selección femenina sub-20 de Arabia Saudí. La escocesa cuenta con una amplia experiencia, pero se encuentra ahora ante un reto completamente nuevo. Hamill señala que, cuando le ofrecieron la posibilidad de dirigir a la selección afgana de refugiadas, le invadió una gran sensación de "humildad".
"Siendo sincera, me hizo mucha ilusión que me lo ofrecieron —afirmó—. Desde el principio, hubo algo del puesto que me atrajo. Cuando se me presentó la oportunidad de dirigir al equipo, no tuve que pensármelo mucho. Es un privilegio formar parte de este proyecto".
En el marco de una iniciativa que el presidente de la FIFA catalogó de histórica, Hamill y su cuerpo técnico supervisarán tres concentraciones de jugadoras durante los próximos meses, tras lo cual se seleccionará un combinado que disputará varios partidos internacionales. En fechas posteriores, se ofrecerán más detalles sobre el resultado de las concentraciones, que tienen como objetivo detectar jugadoras para la selección afgana de refugiadas, y sobre el proceso que se seguirá para conformar el combinado final.
Estas concentraciones, financiadas y organizadas por la FIFA, proporcionarán a las jugadoras un apoyo integral en áreas clave, como preparación física, nutrición, atención psicológica y salvaguardia, de la mano de profesionales cualificados en cada ámbito.
Como parte del compromiso general de la FIFA de apoyar a las jugadoras afganas en el exilio, se dispondrá medidas específicas para contribuir a su integración, entre ellas, la entrega de material deportivo y el pago de las cuotas de inscripción en clubes, así como ayuda para que las jugadores contacten con equipos. También se está planteando proporcionarles acceso a programas de estructuras de formación, tanto de entrenadoras como de árbitras, así como orientación personalizada en caso necesario.
Estos paquetes están diseñados para garantizar que las jugadoras afganas cuenten con los recursos necesarios y tengan la oportunidad de retomar la práctica del fútbol en entornos seguros e inclusivos, mediante una ayuda a largo plazo, y con independencia de que sean o no seleccionadas para el combinado final.
"Todas las personas tienen derecho a jugar al fútbol y la oportunidad de hacerlo —afirmó Hamill—. Esta es una iniciativa única, ya que ofrece a jugadoras que han pasado por muchos problemas la posibilidad de retomar sus aspiraciones futbolísticas".
"Queremos crear un entorno realmente positivo donde puedan aprender, desarrollarse y crecer. Creo que hay muchos aspectos que no vamos a poder cambiar. Sin embargo, desde el cuerpo técnico y el equipo de rendimiento, tratamos de centrarnos en cómo podemos trabajar dentro y fuera del campo, a fin de ofrecerles todo el apoyo posible".
Hamill señaló que el objetivo era que, una vez que el proyecto llegara a su fin, las chicas estuvieran integradas en sus comunidades y pudieran proseguir con su trayectoria en el fútbol y otros ámbitos. "Creo que va a ser algo muy especial que recordarán el resto de sus vidas. No se trata simplemente de jugar al fútbol —afirmó—. Es algo que tendrá un efecto duradero".