La administración de la FIFA detectará los factores desencadenantes de las compensaciones por formación a partir de la información que hayan declarado las federaciones miembro y sus clubes afiliados en el marco de los traspasos nacionales (cuando proceda) e internacionales y las primeras inscripciones como profesional. Para lograr este propósito, son fundamentales la implementación e integración de sistemas electrónicos nacionales. De este modo, en virtud del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de la FIFA (RETJ) y tal como se indica en las circulares de la FIFA n.º 1654 (26 de noviembre de 2018) y n.º 1679 (1 de julio de 2019), las federaciones miembro deberán implementar sistemas electrónicos de transferencias nacionales y de registro de jugadores, e integrarlos con el TMS, FIFA Connect ID y FIFA Connect Interface. Estas disposiciones son obligatorias desde el 1 de julio de 2020.
Para que la FIFA pueda recabar información e identificar factores desencadenantes de compensaciones por formación, cada federación miembro deberá:
usar el ITMS en todos los traspasos internacionales;
implementar un sistema electrónico de inscripción de jugadores (las federaciones miembro pueden elegir entre un sistema propio, un sistema de terceros o la plataforma FIFA Connect);
implementar un sistema electrónico de inscripción de jugadores (las federaciones miembro pueden elegir entre un sistema propio, un sistema de terceros o la plataforma DTMS)
integrar esos sistemas electrónicos con FIFA Connect ID, una solución facilitada por la FIFA que tiene dos funciones principales: (i) asignar identificadores individuales (FIFA ID) a los jugadores, clubes y federaciones a través del servicio FIFA Connect ID; y (ii) permitir el intercambio seguro y sencillo de información entre distintas federaciones miembro y entre las federaciones miembro y la FIFA (a través de la interfaz FIFA Connect).
garantizar que la información sobre la transferencia e inscripción de los jugadores sea veraz y completa, de forma que la FIFA pueda generar un pasaporte deportivo electrónico (EPP) que detalle la trayectoria de cada jugador desde los doce años.